Como despaché bastante esta semana, reparé en que los problemas en la piel de las manos fueron mi mayor pesadilla vinculada a la profesión en los últimos años, así que vengo a evangelizar al respecto.
Posta, no googlees este término
Los gringos se refieren a esto como “hand rot” o “bar hands”. Mi pesadilla y la de muches. Como no soy una de esas cuentas de Instagram que te enseñan a tener la cocina limpia y te muestran gusanos y polillas en la comida, no va a haber fotos de manos en este correo. Lo que sí debo decirte es que se ve feo y te recomiendo que, aun si sos una persona muy curiosa, te banques las ganas de googlear. Se ve feo y se siente mil veces peor. La cosa arranca cuando se te empieza a deshidratar la piel de las manos, porque pobrecitas las mandás al frente de batalla intenso: exprimir limones, lavar menta, limpiar botellas y mil tareas más te alejan de esa carrera de modelo de manos con la que alguna vez soñaste.
Un día te empieza a picar la palma de la mano, o capaz la punta de los dedos. La piel se empieza a ajar y ahí, querido televidente, estás más cerca de la cruz que del eje. Me cuesta explicarte lo difícil que es que no se te infecten las manitas rotas mientras trabajás. Imaginate que tenés una herida, ¿la limpiarías con la rejilla que usás en barra? Ahí va, nos empezamos a entender.
Llegado este punto, volver es muy difícil. Vas a tener que ir a un dermatólogo que te va a decir que la forma de resolverlo es que dejes de trabajar en la barra por un tiempo, o que usés doble capa de guantes para trabajar: unos de algodón pegados a la piel y unos de latex por encima. Rotura de vajilla inminente.
Prevenir es curar
Perdón por el cliché, pero es tan tan cierto en este caso. La forma en la que yo me curé las manos fue dejar de despachar. El detergente industrial, el limón, el alcohol que usás para fajinar, las bebidas alcóholicas, la menta, todo eso le saca a tu piel la capa protectora mágica. Evitar entrar en contacto con esas sustancias me resultó imposible. Entonces, el punto es no llegar a que se te ajen las manos.
Acá voy con mis consejos:
- Usá guantes para hacer producción, no para el servicio. Los guantes de latex tienen talco y eso te reseca la piel, los de nitrilo no tienen talco pero te van a hacer transpirar y eso tampoco es bueno.
- Mantené la mayor parte del tiempo posible tus manos secas. Esto implica llevarte tus repasadores o trapos limpios y secos al trabajo.
- Hay cosas que necesitás lavar con agua caliente, okey. Sé criterioso con la temperatura del agua, no te cebes.
- Ponete mucha crema de la buena todas las noches antes de irte a dormir y durante el día, siempre que esté en tus posibilidades.
- Sé constante con todo esto.
Las cremas que mejor me resultaron:
De verdad, yo más que nadie quisiera que esto fuera canje, pero no lo es. Investigué bastante el mercado de las cremas para manos en los últimos años, que en Argentina es grande pero no le llega ni a los talones a la variedad de cremas disponibles en Estados Unidos. Hay cremas para personas que desempeñan tareas muy específicas, tipo, cremas para jardineros, para escaladores, para personas que viven en Vermont, etc.
Teniendo en cuenta el precio y los resultados, esto es lo que recomiendo:
- Crema de ordeñe. No, no huele bien. Lo sabe la humanidad entera desde hace un par de generaciones. En su defensa diré que se absorbe rápido.
- Neutrogena Hand Cream. Sí o sí antes de dormir, a no ser que puedas prescindir de utilizar tus manos por unos buenos 30 minutos. Es como pasarte grasa de chancho, pero remil va.
- Atrix, la que usaba tu abuela. La de la lata reutilizable color verde agua. También para ponerte antes de dormir.
Como antiséptico de venta libre voto siempre por aceite de árbol de té. Como es bien intenso podés agregarle una gotita a la crema que uses.
Según la web, la onda es untarte una buena cantidad de crema sobre las manos limpias antes de dormir y ponerte guantes de algodón. A no ser que seas mago o mayordomo, dudo que tengas guantes de algodón, así que te diría que te pongas medias de algodón sobre las manitas. Queda entre nosotros.
Si se te ajan los dedos, andá al médico. Rezo por vos.
Lugares por los que anduve para escribir esto
Marcelo
1 octubre, 2019 at 11:16Gran consejo para los artesanos de nuestros elixires, a eso me dedico, a degustar sus creaciones, grácias!