Hace un tiempo, Meli Manhattan escribió recomendaciones para tener una huertita de aromáticas en casa (o en departamento). El público no se renovó tanto, pero por las dudas te recuerdo que soy una depredadora accidental de plantas aromáticas. Cuando mostré el estado de mi huerta, ella me mandó un instructivo.
Ahí vi que había estado haciendo varias cosas mal, y si bien uno pensaría que este contexto de aislamiento y crisis económica no es un gran momento para enfrentarnos a situaciones que nos puedan generar frustración, ahí fui yo a la verdulería y me compré un plantín de albahaca.
La recomendación era, en el caso de esta planta en particular, empezarla desde semilla porque es del grupo de las perennes. No había semillas de albahaca en mi vedulería amiga, así que tuve que apelar a una más bien crecidita.
Ya tengo una maceta de dos litros de capacidad y tierra de la copada, con perlitas, tronquitos y mucho amor. Hice consulta privada con la especialista y me dijo que espere unos días a que mi amea verde se “aclimate” y luego haga la mudanza.
A partir de ahora, procederé a subir fotos de la planta con el títular del diario del día a modo de prueba de vida.
Como técnicamente puedo podarla un poquito y justo en mi esquema militarizado de cocina no me toca preparar nada italiano, se me prendió la lamparita (¿ya conté que cambié el aplique del living -casi- sin ayuda?): este es un gran momento para hablar acerca del Gin Basil Smash, un clásico contemporáneo creado por Dick Bradsell.
Okey, no. Cuando rastrié un poquito vi que no lo creó él. Cosa por demás sorprendente para mí, porque en mi mente el es EL creador de cócteles clásicos contemporáneos. Es la persona que creó el Espresso Martini y el Bramble. Son de las recetas que más populares se han hecho en bares del mundo en los últimos años.
El bartender que inventó este cóctel se llama Jörg Meyer (que es casi casi como un equivalente a “Juan Pérez” en alemán) y no es el ingeniero que investiga conversión de energía en la universidad de Leiden, ni tampoco el tirador medalla de plata en 50 metros en la competencia europea de tiro que se realizó en Croacia en el año 2009.
Es este señor:
Reidores aquí, por favor.
No me hagan explicar el chiste, les pido encarecidamente.
Nacimiento
En el año 2008, en Le Lion Bar de París (Hamburgo), el señor de los tiradores mezcló gin, syrup, jugo de limón -hasta ahí todo muy predecible- con hojas de albahaca fresca. Desde cero su intención fue conquistar a clientes que se sentían a gusto en el ambiente de su bar, pero quizás aún no estaban tan interesados en la coctelería en particular, o al menos no buscaban sabores complejos.
Dice que no se tomó demasiado en serio esta receta al principio, pero que después empezó a ver que se vendía bien, y que en otros bares de Alemania habían comenzado a hacerlo también.
Manda a decir el contador de Le Lion, que este trago les viene pagando el sueldo hace doce años y que le sigue poniendo fichas.
El bautismo
A esta receta, Meyer le puso como nombre “Gin Pesto”. Me imagino a los meseros diciéndole:
-Jörg, der Namen des Cocktails klingt doch ein bisschen komisch, bist du sicher?
(Jörg, el nombre del trago suena medio raro, ¿estás seguro?)
Y el joven Jörg recapacitó: digamos que la acomodó como un campeón, porque tiene mucho más esmowing “Gin Basil Smash”, el nombre por el que se lo conoce mundialmente.
La familia
Los smashes son cócteles de una familia bastante antigua que tenían menta fresca, algún destilado, syrup simple (en libros viejos aparece como azúcar disuelta en agua) y hielo raspado.
Smash en inglés significa aplastar o machacar y es justamente la acción que hacemos con la menta la hora de preparar uno de estos.
Me dirás que eso es lo que hoy día llamamos julep. ¿Qué diferencia habría entonces entre un Mint Julep vieja escuela y un Brandy Smash? Aparentemente, el tamaño del vaso. El primero iba en un vaso más grande que el segundo.
En fin, ninguna familia es cien por ciento funcional, ¿o acaso mi terapeuta me mintió?
La receta
Estuve buscando en internet y lo encontré a él haciéndolo y explicando en inglés, si no sabés inglés igualmente me parece que se entiende.
Algunos comentarios míos acerca de su receta:
- Usa bocha de albahaca. Implicaría matar mi planta y separar una hojita para la decoración. No lo voy a hacer.
- Le pone un cuarto de limón en la coctelera y lo machaca. Dice que lo pruebes para chequear que haya quedado balanceado. Asume que deberían salir 20ml de jugo.
- No recomienda simplemente batir con las hojas de albahaca en la coctelera, enfatiza la parte de machacar. Oooobvio que a ese paso me lo quería saltear porque soy vaga.
- Lo sirve con hielo entero, a diferencia de un clásico smash.
Acá voy con como lo hago yo:
- 60ml gin
- 22ml jugo de limón
- 22ml syrup simple
- una tira de piel de limón (sólo la parte de color)
- tres o cuatro hojas de albahaca más bien grandes
Meto todo en la coctelera. Después con un mortero machaco la piel del limón y las hojas de la albahaca. La idea de agregar esa tira de piel es de alguna manera reemplazar lo de poner la fruta. Así, tenemos aceites de la cáscara y podemos controlar la cantidad de jugo.
Bato con hielo entero y cuelo con colador de malla fina para que los pedacitos de albahaca se queden ahí y no vayan a parar a mis dientes. Porque aunque esté encerrada en mi casa, sentiría vergüenza ajena-propia al darme cuenta.